La Biblia, un libro para todos

En la biblia encontramos sabiduría  de Dios que nos ayuda en nuestro diario vivir. Un tema del que la biblia habla abundantemente es sobre ella misma; es decir, la Biblia nos dice que piensa Dios de sus propias palabras.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.         - Mateo 24:35

La Biblia es nuestra fuente de AUTORIDAD.

Toda la Escritura está inspirada por Dios. En ella encontramos nuestra fuente de autoridad. A menudo los pasajes del Antiguo Testamento se introducen con la frase: <<Asi dice el Señor>>. Esta frase en el mundo del Antiguo Testamento se habría entendido como idéntica a la frase: <<Asi dice el Rey>>, que se usaba como prefacio a los edictos del un rey a sus súbditos, edicto que no se podía desafiar o cuestionar. Si Dios afirma que las palabras de las Escrituras son suyas, entonces no existe autoridad más alta a la que uno puede acudir que la misma Biblia.

La Biblia es VERDAD en sí misma.

La cultura actual le dice a las personas que la verdad es relativa y que debemos encontrar nuestras propias verdades. Cuando hacemos esto hemos colocado nuestra opinión o la opinión de la cultura como una autoridad más alta que la autoridad de Dios. La palabra de Dios es la definición suprema de lo que es verdadero y lo que no es verdadero.

17 Santifícalos en la verdad; tu palabra es la verdad.     Juan 17:17 (NVI)

Otra perspectiva que nos quiere hacer entender la cultura es que la ciencia y la palabra de Dios son opuestas. La biblia no es un libro científico. Dios no quiso escribirlo científicamente. Nueva información científica puede hacernos reexaminar nuestra interpretación bíblica pero nunca podrá contradecir directamente las Escrituras. La biblia y la ciencia no están en contra una de la otra. Al contrario, cada vez se ven más claramente las maravillas de la creación y el diseño inteligente de Dios en la ciencia.

La biblia nos revela que Dios hizo y la ciencia nos revela cómo Dios lo hizo.                                                         - Jonathan Ocasio

 La Biblia es CLARA.

Aunque algunos pasajes al principio pueden parecer difíciles de captar, la Biblia está escrita de manera tal que todas las cosas necesarias para que conozcas a Jesús, encuentres libertad y descubras tu propósito, son claras. 
El entender lo que está escrito en la biblia no depende de nuestra inteligencia ni de nuestra capacidad intelectual. El entender la Biblia tiene que ver directamente con la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas.

El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente. 1 Corintios 2:14 NVI

Dios mismo es quien nos da la sabiduría y entendimiento sobre su palabra. El no entender de primera instancia la Biblia no debe disminuir nuestro deseo de leerla. A menudo los discípulos de Jesús no entendieron  lo que Jesús les estaba diciendo. Pero más adelante sus dudas fueron aclaradas por hechos que pasaron y por la sabiduría dada por el Espíritu Santo.

Leer la Biblia TRANSFORMA nuestras vidas.

El estudio de la Palabra de Dios tiene la capacidad de transformar vidas y lo mejor de todo es que siempre está disponible. No hace falta ser inteligente, solo un corazón dispuesto a recibir sabiduría de Dios. La biblia afirma que es la misma Palabra de Dios y debemos procurar entenderla porque al hacerlo estamos entendiendo a Dios. Debemos confiar en ella, porque al hacerlo estamos confiando en Dios y debemos obedecerla, porque al hacerlo estamos obedeciendo a Dios. 

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