Desde acá arriba, recordé un par de cosas.

Esta es la segunda y última carta que les escribo desde China. Esta semana tuve la
oportunidad de subir a la Torre de Guangzhou, la tercera más alta del mundo con una altura total de 604 metros.
Desde allá arriba, los edificios parecían piezas de juguete. Las cosas que me impresionaron por su tamaño desde el suelo… desaparecían en la distancia.
Y me pregunté:

¿Será esta la manera en que Dios lo ve todo?
Nosotros, tan abrumados por lo inmediato, lo urgente, lo grande…
Él, tan en paz, tan por encima de lo que creemos incontrolable.
Lo que a mí me abruma, a Él ni lo sorprende.
Desde su persoectiva, todo sigue en su lugar.
Y eso me trajo PAZ.

Desde el otro lado del mundo,
pienso en ustedes...

...y mi corazón vuelve a casa. Este domingo es el Día de las Madres. Y me emociona estar de vuelva con ustedes. No por una tradición, sino porque sé que Dios va a bendecir los corazones de nuestras madres ese día.
Si tu mamá aún vive, invítala que te acompañe. Si hay una mujer que ha marcado tu vida como una madre, tráela. Hemos preparado algo sencillo… pero lleno de intención. Y creo que será santo.

Quiero corregir algo que mencioné antes:

La ceremonia del Pase del Batón en Metro será el 1 de junio, no el 18 de mayo. Ese día daremos gracias por una nueva etapa, sin soltar lo que Dios ya ha hecho.

Finalmente les comparto que...

.....nuestra Mar Azul Academy sigue cumpliendo su misión cada vez con más fuerza. Éramos 60, hoy somos más de 250. No por marketing, sino porque la gracia de Dios nos ha dado la capacidad de ser una academia excelente en lo académico, con una capacidad artística única y un creciente programa deportivo.

Y pronto construiremos el techo de la cancha lo que será para el uso y disfrute de nuestros
estudiantes, nuestra iglesia y toda la comunidad de Cabo Rojo.

A veces hay que subir muy alto… para volver a ver lo esencial..

Y desde allá arriba recorde: Dios nunca ha perdido el control. Solo espera que nosotros volvamos a mirar desde su perspectiva.

基督的爱让你惊喜

Con todo mi corazón,
Pastor John