2 prácticas espirituales poco comunes que ayudan a sanar el alma

En mis 39 años en el evangelio, nunca había escuchado el concepto de disciplinas espirituales hasta hace poco.  Quizás es porque se escucha como un concepto como budista o nueva era... no necesariamente cristiano.

¡Pero no!  Las disciplinas espirituales son una parte esencial de la vida cristiana y han estado allí desde el principio.

¿Consideras importante leer la Biblia?  Ahí está... disciplina espiritual.

¿Crees que es bueno orar?  Nuevamente... disciplina espiritual.

¿Hay que ir a la iglesia los domingos?  BAM!  Exacto... disciplina espiritual.

Las disciplinas espirituales son los hábitos que nos ayudan a alimentar nuestra fe y crecer como discípulos de Jesús.

Las disciplinas espirituales tienen funciones útiles

Para algunos creyentes, las disciplinas espirituales son una lista de tareas para cumplir con Dios e inflarnos el pecho de "buenos cristianos".  Esa visión es triste porque ignora el propósito detrás de cada disciplina.

Por ejemplo:

La lectura de la Palabra, llena nuestra vida de verdad para crecer en sabiduría.

La oración alinea nuestro corazón con el de Dios y nos da esperanza.

El asistir a la iglesia nos da comunidad... lo cual es bien importante para los seres humanos.

Así que de la misma manera que existen disciplinas que nos ayudan a crecer, sentir propósito y nos dan sentido de pertenencia... también existen disciplinas para ayudarnos a sanar el alma.

Vivimos en un mundo que nos enferma

No quiero sonar pesimista, pero vivimos en un mundo que nos enferma.

Solo basta con darle la mano a alguien y ya estás expuesto a contagiarte de un catarro.

Solo necesitas dar un paso en falso en un desnivel del suelo para fracturarte un tobillo.

Y solo hace falta un comentario inesperado para herirte el alma y cambiar la manera en que te ves a ti y al resto del mundo.

Con un solo evento que te haga sentir indefenso o impotente, puedes desarrollar un trauma que impacte la forma de relacionarte con otros.

Cada día nos exponemos a enfermar nuestro cuerpo y enfermar nuestra alma.  Es prácticamente inevitable enfermarnos en este mundo.

Para sanar nuestros cuerpos existen muchos remedios, medicinas y tratamientos.  Para sanar el alma, no siempre sabemos por dónde comenzar.  Así que quiero enseñarte:

Disciplina # 1: El Lamento

Contrario a lo que dicen algunos coritos que cantaban nuestros abuelos... un corazón que tiene a Cristo sí puede sentir tristeza, dolor, agonía y sufrimiento.  De hecho... el corazón de Cristo sintió estas cosas (Mateo 26:38).  Nuevamente, son parte inevitable de la experiencia humana en un mundo quebrantado.

El lamento es una disciplina tan útil para nuestra alma que lo vemos presente a lo largo de toda la Biblia:

- Más del 30% de los salmos son lamentos.

- Existe un libro llamado Lamentaciones

- El mismo Jesús modeló la práctica del lamento.

Mientras que las personas que no conocen a Jesús solo tienen herramientas como la queja, la victimización y la hostilidad... los cristianos contamos con un Dios que nos invita a llevarle todo nuestro lamento (coraje, desánimo y dolor).

La queja siempre termina en queja y se sigue fermentando hasta convertirse en acciones venenosas como agresión, aislamiento y exacerbación de problemas de salud mental... el Lamento que nos enseña la Biblia nos lleva por un proceso donde (por la misericordia de Dios) la agonía se convierte en esperanza y el desánimo se convierte en nuevo enfoque.

Algunos requisitos que nos enseña la Biblia sobre la práctica del lamento:


1.  El lamento se lleva a cabo en un proceso intencional de oración.  Twittear insultos y quejas no cuenta como un Lamento.  Gritar una mala palabra en medio de una discusión con tu cónyuge no cuenta como un Lamento.  El punto del lamento es separar un momento para llevar tu dolor a la presencia De Dios.

2. El lamento requiere total honestidad.  Mira los salmos de lamento.  Muchos de ellos son bastante fuertesitos en el lenguaje que usan y las cosas que los autores expresan.  De la misma manera que hay salmos que nos ponen nerviosos cuando los leemos, tú y yo tenemos pensamientos que nos asustan un poco.  La buena noticia es que a Dios no le asustan nuestros pensamientos, porque Él reconoce que son los síntomas de un alma dolida que necesita ser sanada.

Disciplina # 2: Mirar hacia atrás

Muchas veces, la esperanza que necesitamos para construir el futuro se encuentra en el pasado.

El mirar hacia atrás es una disciplina espiritual poderosa porque nos saca de la presión del presente y nos invita a hacer memoria de lo que Dios ha hecho en el pasado, con la promesa de que si Dios fue fiel ayer... seguirá siendo fiel hoy y mañana y siempre.

¿Cómo miramos hacia atrás?

1. Recordando

En el tiempo que Israel cruzaba por el desierto, Dios les recordaba constantemente lo que Él había hecho por ellos.  Les recordaba cómo los liberó de Egipto y cómo los alimentó en el desierto.  En los salmos, los autores solían incluir versos recordando como Dios ha sido su refugio.  Uno de mis salmos favoritos, que nos invita a desarrollar la práctica de recordar, es el Salmo 103.
Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios [...]
Salmo 103:2
El recordar es importante porque el mundo en que vivimos nos enferma tanto el alma que uno de sus síntomas es que nos afecta la memoria.  Pero hacer memoria de sus misericordias en el pasado nos fortalece la fe y nos llena de esperanza.

2. Contemplando. 
 
En un mundo que vive a prisa, el contemplar es casi un arte perdido.  Como cristianos, hay mucha ganancia cuando nos detenemos a contemplar las cosas que Dios ha hecho... en particular su creación.

Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento proclama la obra de sus manos.

Salmo 19:1

Lee ese salmo con calma y vas a ver cómo la hermosura y la perfección de la creación nos reafirma la grandeza del Dios que nos hizo sus hijos.  No tienes que salir de tu casa para maravillarte de la grandeza de Dios a través de su creación... prende un documental de animales... vas a ver lo grandioso que es el diseño de este mundo.

Mientras contemplas la obra magistral de un Dios maravilloso, recuerda las palabras de Jesús: 
Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? 27 ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?[a]

28 »¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; 29 sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. 30 Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? 31 Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” 32 Los paganos andan tras todas estas cosas, pero el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan.


Mateo 6:26 -32
Al contemplar la creación, recuerda que si Dios hizo meticulosamente un mundo tan preciso y hermoso, también es capaz de añadir orden y belleza a tu vida.  Dios es capaz de traer armonía y hermosura al caos de tu vida.

Si Dios hizo que la grama naciera más verde y hermosa después de un incendio, y hace que los árboles sean más majestuosos después de un huracán... ¿cuánto puede hacer por tu alma cansada y abatida?

Dios ha provisto todo lo que necesitamos para crecer, para ser plenos y para sanar en medio de un mundo complicado.  Todo comienza cuando nos acercamos a Él en total confianza para vaciar nuestro corazón angustiado y ser llenos de su amor.

Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.
Hebreos 4:6
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2 Comments


Nelson - October 5th, 2022 at 8:18pm

Gracias por esta enseñanza, me da fuerza. 🙏🏼

Brenda Negron - October 9th, 2022 at 6:05pm

Gracias, que mucho estoy aprendiendo y creciendo...se una forma tan clara y sencilla.

Quiero seguir conociendo a nuestro amado Padre.

Dios les Bendiga