¡Agosto pesa!
Pesa más que los bultos que llenamos. Más que la lista interminable de libretas, loncheras, etiquetas, horarios y zapatos nuevos. Y pesa, sobre todo, porque lo hacemos con amor…
…y casi siempre, sin aplausos.
Nuestros hijos no saben cuánto cuesta. Por eso te recuerdo que esto se hace por amor, no por reconocimiento, se hace porque los amamos con una fuerza que ni nosotros entendemos del todo. Y aunque a veces parezca que no lo notan, cuando regresan con el uniforme sucio y un “todo bien” por respuesta, tú y yo sabemos que con cada sacrificio estamos sembrando en ellos.
Algo que algún día entenderán… quizás cuando ellos también tengan que llenar un bulto.
La Escritura dice en Proverbios 22:6 (NTV):
…y casi siempre, sin aplausos.
Nuestros hijos no saben cuánto cuesta. Por eso te recuerdo que esto se hace por amor, no por reconocimiento, se hace porque los amamos con una fuerza que ni nosotros entendemos del todo. Y aunque a veces parezca que no lo notan, cuando regresan con el uniforme sucio y un “todo bien” por respuesta, tú y yo sabemos que con cada sacrificio estamos sembrando en ellos.
Algo que algún día entenderán… quizás cuando ellos también tengan que llenar un bulto.
La Escritura dice en Proverbios 22:6 (NTV):
“Dirige a tus hijos por el camino correcto,
y cuando sean mayores, no lo abandonarán.”
y cuando sean mayores, no lo abandonarán.”
Se los sacrificios que haces para que tus hijos “tengan todo lo necesario” para el regreso a clases pero no olvides que lo más que ellos necesitan no es material. Cuando yo era pequeño los mejores tennis que tuve fueron unos “Everlast" de Tom Macan. No tuve bultos con ruedas ni libretas finas. Pero hubo algo que marcó mi vida más que cualquier otra cosa: mi papá me buscaba todos los días a la escuela.
No importa lo que hubiera pasado en el salón, si había sacado una mala nota o si me sentía invisible entre los demás…
Él aparecía.
Siempre.
Sin falta.
A veces en silencio, a veces con una sonrisa, otras haciendo preguntas… pero siempre llegaba. Y con eso me decía, sin decirlo: no estás solo, hijo.
A veces creemos que para impactar el corazón de nuestros hijos necesitamos llevarlos a la mejor escuela y comprarle todos los libros. Pero lo que más transforma a un hij@ es la presencia constante de un padre que ama sin condiciones.
En Mar Azul creemos que la educación más importante no comienza en la escuela, sino en casa… y que el mayor regalo que podemos darle a un niño no es solo conocimiento, sino formación espiritual. Por eso queremos recordarte que estamos contigo para acompañarte en el llamado sagrado de formar el corazón de tus hijos.
Como aprendimos este pasado domingo, deseamos ayudarte a llevar tus cargas. Tu familia no camina sola. Estamos contigo. Y oramos por ti. Si conoces de alguna familia de nuestra comunidad que necesite ayuda financiera para uniformes, libretas o bultos déjanos saber escribiendo un correo a jocasio@tumarazul.org
No importa lo que hubiera pasado en el salón, si había sacado una mala nota o si me sentía invisible entre los demás…
Él aparecía.
Siempre.
Sin falta.
A veces en silencio, a veces con una sonrisa, otras haciendo preguntas… pero siempre llegaba. Y con eso me decía, sin decirlo: no estás solo, hijo.
A veces creemos que para impactar el corazón de nuestros hijos necesitamos llevarlos a la mejor escuela y comprarle todos los libros. Pero lo que más transforma a un hij@ es la presencia constante de un padre que ama sin condiciones.
En Mar Azul creemos que la educación más importante no comienza en la escuela, sino en casa… y que el mayor regalo que podemos darle a un niño no es solo conocimiento, sino formación espiritual. Por eso queremos recordarte que estamos contigo para acompañarte en el llamado sagrado de formar el corazón de tus hijos.
Como aprendimos este pasado domingo, deseamos ayudarte a llevar tus cargas. Tu familia no camina sola. Estamos contigo. Y oramos por ti. Si conoces de alguna familia de nuestra comunidad que necesite ayuda financiera para uniformes, libretas o bultos déjanos saber escribiendo un correo a jocasio@tumarazul.org
Cuando correr se vuelve milagro
Este domingo compartí un mensaje en nuestro campus Metro.
Sé que en cada campus Dios se movió —como solo Él sabe hacerlo—
pero en Metro…
algo quebró el aire.
Algo más allá del plan. Más allá del libreto.
Comenzó con un video de unos cuantos de nosotros corriendo amarrados por las calles de San Juan. No era un maratón. Era una oración con piernas.
Un acto tan sencillo… y, de algún modo, sagrado.
Sé que en cada campus Dios se movió —como solo Él sabe hacerlo—
pero en Metro…
algo quebró el aire.
Algo más allá del plan. Más allá del libreto.
Comenzó con un video de unos cuantos de nosotros corriendo amarrados por las calles de San Juan. No era un maratón. Era una oración con piernas.
Un acto tan sencillo… y, de algún modo, sagrado.
A veces la fe se parece más a esto:
pasos torpes pero juntos,
ataduras que no detienen, sino que empujan,
cuerdas que no aprietan, sino que nos recuerdan: no estás solo.
Te invito a escuchar el mensaje aquí si puedes.
No por mí… sino porque tal vez Dios también quiere hablarte mientras intentas seguir.
pasos torpes pero juntos,
ataduras que no detienen, sino que empujan,
cuerdas que no aprietan, sino que nos recuerdan: no estás solo.
Te invito a escuchar el mensaje aquí si puedes.
No por mí… sino porque tal vez Dios también quiere hablarte mientras intentas seguir.

La semana pasada hice algo que casi nunca hago: Acepté ser entrevistado… y fui bien entrevistado. Fue de esos espacios raros donde alguien no solo hace preguntas, sino que sabe escuchar. Donde el que pregunta no se busca lucir, sino descubrir.
Donde puedes hablar de lo que más pesa en tu alma sin sentirte apurado.
Y ahí, sin libreto ni defensas, terminé hablando de Mar Azul.
No del edificio ni de la agenda, sino del corazón.
De lo que nos arde.
De por qué hacemos lo que hacemos.
Y de algunas verdades que —si te soy honesto— aún me están confrontando.
Si tienes un momento esta semana, te invito a escucharlo.
Tal vez sea justo la conversación que tu alma necesitaba tener.
Donde puedes hablar de lo que más pesa en tu alma sin sentirte apurado.
Y ahí, sin libreto ni defensas, terminé hablando de Mar Azul.
No del edificio ni de la agenda, sino del corazón.
De lo que nos arde.
De por qué hacemos lo que hacemos.
Y de algunas verdades que —si te soy honesto— aún me están confrontando.
Si tienes un momento esta semana, te invito a escucharlo.
Tal vez sea justo la conversación que tu alma necesitaba tener.
Una embajadora, una historia, un propósito
Esta semana me enorgullece presentarle a una de nuestras embajadoras del 5K, Jeniffer
(Jeni), del campus Este y su poderosa historia. No quiero editarla así que aquí la comparto en sus propias palabras:
(Jeni), del campus Este y su poderosa historia. No quiero editarla así que aquí la comparto en sus propias palabras:
Correr no es un deporte individual – por Jeniffer

Mi nombre es Jeniffer, aunque muchos me conocen como Jeni. Hace cinco años comencé a correr de forma constante, gracias a dos grandes amigos: Daniel y Nalyan. Desde entonces, empecé a participar en distintas carreras. Pero fue en octubre de 2024 cuando viví uno de los mayores logros: fui seleccionada para correr el maratón de Chicago. Fue un logro enorme, tanto a nivel personal como físico.
Durante todo el proceso —entrenamiento y carrera— tuve personas claves que me impulsaron a cumplir mi propósito: cruzar esa tan anhelada meta. El día del maratón no fue solo una carrera, fue una verdadera celebración. Recuerdo cómo, en cada kilómetro, pensaba: “Gracias, Dios, por Danny”, quien corrió conmigo desde el inicio hasta el final. Nos motivábamos mutuamente y nos dábamos ánimo en cada paso. También agradecía por Natalia, que viajó a Chicago solo para ser nuestra cheerleader en puntos clave del recorrido y esperarnos en la meta. A esos amigos y familiares que me llamaron por FaceTime o me enviaban mensajes de apoyo durante la carrera. En ese momento entendí que correr no es un deporte individual: al final, uno corre acompañado por quienes te inspiran, te empujan y creen en ti.
La motivación no siempre está presente, y es ahí donde el círculo que te rodea juega un papel fundamental. ¿Qué me dejó correr ese maratón? Una nueva versión de Jeni, y una certeza: tengo amigos que, estén cerca o lejos, me impulsan a cumplir mi propósito.
Mi objetivo para este 5K es desacelerar para ayudar a que otros puedan avanzar y
alcanzar su propósito. ¿Cuál es tu propósito para este 5K? :)
Durante todo el proceso —entrenamiento y carrera— tuve personas claves que me impulsaron a cumplir mi propósito: cruzar esa tan anhelada meta. El día del maratón no fue solo una carrera, fue una verdadera celebración. Recuerdo cómo, en cada kilómetro, pensaba: “Gracias, Dios, por Danny”, quien corrió conmigo desde el inicio hasta el final. Nos motivábamos mutuamente y nos dábamos ánimo en cada paso. También agradecía por Natalia, que viajó a Chicago solo para ser nuestra cheerleader en puntos clave del recorrido y esperarnos en la meta. A esos amigos y familiares que me llamaron por FaceTime o me enviaban mensajes de apoyo durante la carrera. En ese momento entendí que correr no es un deporte individual: al final, uno corre acompañado por quienes te inspiran, te empujan y creen en ti.
La motivación no siempre está presente, y es ahí donde el círculo que te rodea juega un papel fundamental. ¿Qué me dejó correr ese maratón? Una nueva versión de Jeni, y una certeza: tengo amigos que, estén cerca o lejos, me impulsan a cumplir mi propósito.
Mi objetivo para este 5K es desacelerar para ayudar a que otros puedan avanzar y
alcanzar su propósito. ¿Cuál es tu propósito para este 5K? :)


El domingo si Dios lo permite llegaré con la Soga Azul al Campus Oeste les cuento la semana que viene cuantos se amarraron y que aprendimos.
Con esto me despido hasta la próxima semana, pero no sin antes agradecer a:
Nuestros Auspiciadores
Seguimos dando gracias a Dios porque el propósito inspira alianzas.
Esta semana celebramos y reconocemos a:
Con esto me despido hasta la próxima semana, pero no sin antes agradecer a:
Nuestros Auspiciadores
Seguimos dando gracias a Dios porque el propósito inspira alianzas.
Esta semana celebramos y reconocemos a:
●Tu Planta PR – nuestro auspiciador principal, que sigue sumando energía real a esta causa.
●MaratonesPR.com – un aliado clave que ha abierto puertas y dado visibilidad al evento.
● Y a todos los negocios que están diciendo: “Esto vale la pena” y que pronto agradeceremos en esta carta.
●MaratonesPR.com – un aliado clave que ha abierto puertas y dado visibilidad al evento.
● Y a todos los negocios que están diciendo: “Esto vale la pena” y que pronto agradeceremos en esta carta.
Si tú o alguien que conoces desea auspiciar, donar o unirse como colaborador oprime aquí:
¡Salimos juntos, llegamos juntos!
Pastor John
Pastor John
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Un caballo, 40 bautismos, el arca y dos nuevos horarios… ¡solo en Mar Azul Y todo esto en una sola carta ?El primer hueco en 15 añosEsta semana, los altares no estaban hechos de piedra... estaban hechos de papel.5,000 personas servidas, zapatillas listas, y el cemento ya secoLes escribo desde el futuro.
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