La historia de la gota, y como se ve eso en nuestras mesas

Han pasado dos semanas desde la última vez que les escribí. La semana pasada, gracias a
Dios, mi hijo Danel me cubrió y lo hizo excelente. De verdad, no sé cómo algunas personas
logran mantener programas de televisión por años sin faltar una sola semana… creo que no
son humanos, o quizás sus hijos se visten como ellos y nadie se da cuenta. Jajaja.

Esta semana en Mar Azul comenzamos con un mensaje donde Jesús nos invitó a algo
profundo y, al mismo tiempo, muy simple:
Si queremos experimentar la Buena Vida que Él ofrece, tenemos que aprender a ser fieles en lo pequeño.
“El que es honrado en lo poco también lo será en lo mucho; y el que no es íntegro
en lo poco tampoco lo será en lo mucho.”                    

Lucas 16:10, NVI
Como ustedes saben, una de mis pasiones es escribir historias —y mientras más cortas, mejor. Hoy quiero compartirles una historia sencilla, pero con mucha, mucha profundidad.

Voy a hacer algo que normalmente no me gusta hacer cuando escribo este tipo de relatos:
explicar su significado. Me encanta cuando las personas se sumergen en la historia y
descubren por sí mismas las riquezas escondidas. Pero bueno… es verano, y sé que algunos en verano prefieren que les den las respuestas de inmediato. Así que esta vez los voy a ayudar.

Lecciones profundas:

1. La belleza de la constancia silenciosa.
Lo que se hace sin que nadie lo vea puede tener el mayor impacto.
Aplicación: La fidelidad diaria en lo pequeño es lo que abre los ríos de bendición.

2. El valor de sembrar sin garantías.
La gota no sabía cuándo la semilla respondería, pero siguió cayendo.
Aplicación: Ama, sirve y ora incluso cuando no ves resultados.

3. La esperanza está sembrada, aunque no la veamos.
La semilla estaba allí todo el tiempo, esperando ser despertada.
Aplicación: Aun las tierras más secas guardan la posibilidad de vida.

4. La transformación nace de la suma de pequeñas decisiones.
Un jardín no florece por accidente, florece por pequeñas gotas que no se detienen.
Aplicación: La cultura de una comunidad cambia con hábitos sencillos, repetidos y
compartidos.

5. Lo que otros desechan, Dios puede convertir en vida.
Los jardineros pasaron de largo. La gota se quedó.
Aplicación: Nunca subestimes lo que Dios puede hacer en los lugares que parecen
estériles, ni en las personas que otros han descartado.
Llevamos años repitiendo esta GOTA:
“La iglesia no es lo que sucede los domingos. Los domingos nos unimos para celebrar lo que Dios ha estado haciendo en nuestra iglesia durante la semana.”

Y aunque lo hemos dicho muchas veces, lo que realmente ha formado nuestra cultura no es la frase, sino la gota.
Gota tras gota.
Semana tras semana.
Crear espacios.
Sentarnos en mesas.
Girar nuestra atención hacia lo que sucede entre nosotros cuando vivimos como discípulos
fuera del domingo.

Han sido años de pequeñas repeticiones, de ser fieles en lo pequeño.
Y hoy, cuando miro a nuestro alrededor, creo que la gota ha florecido.

Veo las Mesas de Conexión que han comenzado esta semana en todos nuestros campus.
Personas que llegaron como desconocidos… ahora tienen una mesa donde ser discípulos.
Personas que un día cruzaron la puerta por curiosidad… hoy son familia.

¡Miren la foto de mesas en el Oeste y en El Jardin de Esperanza de Este!
Hoy podemos ver que las semillas siempre estuvieron allí, esperando ser despertadas.

Y cuando veo lo que comenzó como un sueño en el corazón de Cristina y de unas pocas
líderes —esas que se atrevieron a soñar con crear Puentes para unir mujeres de diferentes
generaciones— Y observo que esta semana más de 200 mujeres se sentaron a la mesa y
escucharon a Jesús recordándoles su identidad como hijas

Lo único que puedo pensar es: las flores han nacido.
No fue un solo evento.
No fue un gran momento.
Fue la suma de pequeñas mesas, de pequeños actos de fidelidad, de conversaciones sin
micrófono que han ido transformando el jardín de nuestra comunidad.

Muchos pasan de largo lo pequeño.
Muchos siguen buscando escenarios grandes.
Pero Dios se ha quedado en la gota.
Y la gota ha hecho florecer lo que parecía imposible.

Con Amor
Pastor John